En cuanto a las investigaciones, aquí están empezando.

Existen       muchos nombres y descripciones, pero todas las versiones coinciden en que       provienen  interior de la tierra, las rocas y los árboles.       Atraviesan estos materiales como si fueran aire, aunque para ello       abandonan la apariencia humana y se transforman en tierra, agua, fuego o       aire.
      Cuando se "humanizan", suelen tener piernas cortas, torso       fornido, panza grande, brazos fuertes y cabeza grande. Su cara suele ser       arrugada como la de un anciano y adornada con una larga barba blanca o       gris.
      Sus rostros son toscos y hasta podría decirse que algo grandes, con mandíbulas       prominentes, nariz ancha y achatada, ojos pequeños y hundidos y frente       amplia y abultada.
      También son fáciles de reconocer por su vestimenta, que generalmente       consiste en calzas ajustadas, chaquetas amplias con  cinturón ancho,       calzados blandos con las puntas respingadas y una especie de gorro frigio       cuyo extremo cae al costado de la cabeza.
      Cuando están en la naturaleza, puede resultar difícil observarlos porque       se mimetizan con los colores y las formas de su entorno. En cuanto a las       gnómidas, se dice que son bellas, amables y serenas. Se comportan con       gran capacidad de servicio y trabajo. Suelen ser muy alegres y su risa       resuena en su hogar. La ropa es similar a la de sus hombres, pero       decoradas con piedras preciosas. Sólo pueden dar a luz una vez en la       vida, pero pueden tener más de un hijo por vez.       
